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Los Villanos Tambien Lloran

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el-guishe's avatar
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¿Por qué en los cuentos el malo de la historia siempre pierde? No digo que el mal siempre gane, digo que las victorias son para todos lo mismo. Bueno, también entra algo bastante cierto, el versado dicho "La historia la escriben los vencedores". Obviamente los vencedores siempre se considerarán los buenos de la película, aunque otros no sepan lo que pasa en realidad. Esto es algo que suelo pensar siempre que nos patean el trasero. Y no, no me refiero a los polis, no esta vez. Fue peor. Esta vez fue más humillante que de costumbre. Unos Justicieros casi me matan.
El grupo de Justicieros se hacen llamar "Haz de Luz". Son respetados, tanto por los que vivimos en las calles, como nosotros, los "Chicos Malos" –un paréntesis que debo hacer, es que hicimos una reunión grupal por un cambio de nombre, pero en el canal cinco el nombre pegó así que nos quedamos con ese– como por otros Justicieros. Se podría decir que, a diferencia de la mayoría, lo hacen bien. Son incluso más efectivos que los policías a la hora de atrapar, digamos, "delincuentes". Son tan malditamente buenos que causan repudio. Antes no nos preocupábamos, andaban fuera de Paradiso. Pero resulta que el alcalde de esta ciudad los llamó, personalmente, para deshacerse de la escoria. Y vaya, entre el listado de grupos de Accidentales que se les había ordenado atrapar estábamos nosotros.
Eso nos obligó a irnos otra vez del refugio de Calle Victoria. Con lo que me gusta ese refugio…
Nos fuimos a casa de "Harley". No, no es una calle, es un tipo. Amigo de varios de los nuestros, aunque no es un Accidental. No sé si se llama Harley en realidad, pero le decimos así por la motocicleta, que no anda, y parece que ni es suya, pero lleva años estando estacionada en su garaje. Él acoge a varios Accidentales que pertenecen al hampa de Paradiso cuando están siendo buscados más intensamente por el largo brazo de la ley. Él tiene un negocio muy tranquilo y aparentemente pacífico de artículos de almacén, así que nunca ha levantado sospechas. Es delgaducho, y siempre viste una camiseta sin mangas. Es algo feo, con dientes chuecos y podridos, ojos llenos de bolsas y nariz grande, pero por su simpatía y caridad se le tiene mucha estima.
- Nos sentimos agradecidos por ser acogidos en tu residencia, Harley. – Agradeció sin emociones Mens, como siempre, hablando en nombre de todos, con su voz que retumbaba en el cráneo.
- No hay problema, muchachos, aunque saben que no puedo por mucho tiempo. – Nos dijo Harley, que llevaba un mondadientes en la boca – Les ofrezco techo y comida, pero mi pellejo va primero.
- Creo que nos quedaremos uno o dos días, cuando dejen de registrar la casa de Calle Victoria. – Dije yo, adelantándome a lo que diría Mens.
- Según mis cálculos, debemos estar más tiempo aquí. – Me corrigió el aludido líder – La orden de registro demorará un día en hacerse efectiva, y las investigaciones harán estar ahí a la policía por más de una semana.
Silencio total. A mí no me importa mucho que todos se callen, pero en momentos como ese, siento que mi sobrenombre es algo redundante. Nadie dice nada.
- Entonces… - Alcanzó a decir Harley, antes de ser interrumpido por Mens.
- Estaremos hasta el martes. – Dijo Mens, tajantemente.
- De acuerdo. Vayan y acomódense, la habitación de alojo está a la izquierda.
Todos asentimos con la cabeza en gesto de agradecimiento, y caminamos hacia la habitación dicha. A Puñoyunque no le gustaba ir a la casa de Harley, porque la casa era pequeña. Del suelo hasta el techo había dos metros y cinco centímetros. Veinticinco centímetros menos que el alto grueso colorín. El ancho de los pasillos era de un metro y veinte centímetros. Veinte menos que el ancho del gigante. Eso le obligaba a pasar por el pasillo agachado y de lado, como un cangrejo.
Después de muchos quejidos por parte del grandote, llegamos a la habitación, que consistía en cuatro colchones y una mesita, con una tele y un reproductor de vídeo. Cada cual se lanzó sobre uno de los colchones y suspiró. Todos nos quedamos mirando hacia el techo, pensando. Todos esperábamos no tener problemas ese día, y menos darle problemas a Harley.
Nos quedamos así durante un buen rato, hasta que Puñoyunque se aburrió.
- Me aburro. – Anunció el grandote.
- Yo igual. – Protesté –  ¿Qué hacemos?
- No podemos salir, no nos conviene. – Dijo Ampere.
- Tengo una idea. – Una frase muy repetida por Mens – Necesitamos víveres y una película. Alguno de nosotros debe salir.
"Oh, oh" pensé yo en ese momento. Siempre que dicen que "alguien" debe ir al lugar peligroso, se refieren a Nadie. De hecho, Puñoyunque y Mens me estaban viendo con mirada indicativa.
- De acuerdo, no se ofrezcan todos. – Dije, levantándome – Pero no pienso ir solo.
- Yo te acompaño. – Dijo Ampere, sonriéndome.
Me sorprendí un poco por su ofrecimiento, pero bueno. A decir verdad no le tomé el peso en ese momento.
- De acuerdo. – Asentí – Vamos.
Mens portaba algo de dinero del último botín en sus bolsillos. Me cedió el dinero y Ampere y yo partimos.
Era de día todavía, un día gris como cualquier otro, sólo que parecía que Ampere y yo sudábamos miedo. Si nos reconocían, estábamos fritos. Por suerte nosotros no somos tan "populares" como Puñoyunque y Mens, así que podemos pasar más desapercibidos.
El ofrecimiento de Ampere a acompañarme me desconcertó un poco, y aún tenía esa sensación. Estábamos tomados de la mano, de tal manera que pudiésemos ser ambos invisibles. Es divertido pensar que andemos de la mano, sí, debe sonar a "Que estos dos son pareja". Pero no en realidad, es simplemente que así funcionan las cosas. Todo por la supervivencia. Aunque debo decir que Ampere y yo tenemos una relación de amistad bastante sólida, de antes de que fuésemos "Los Chicos Malos" que aparecen en el canal cinco. No es incómodo, ella es mi amiga, cosa de la que puedo presumir, pues siendo del hampa es difícil tener amigos, menos amigas. De hecho conocemos nuestros nombres reales, aunque no solemos usarlos para nombrarnos. Es mucho riesgo hacerlo. Pero la cosa va en que somos amigos de hace bastante, y no creo que llegue a más de eso.
Pasamos con tranquilidad por entre la gente, y mientras hablábamos. Había tanto ruido en la ciudad que nunca nadie se da cuenta de que hay voces que vienen de la nada hablando entre sí. Simples banalidades. A pesar de que pasamos casi todo el día juntos, por alguna razón siempre encontramos de qué hablar. Casi siempre del pasado, lo que vivíamos antes del Pacto, o más atrás, en los tiempos después de que escapamos de nuestros hogares. Tuvimos nuestras propias vivencias, cada cual pasando los días solo, en la calle. Nos entreteníamos contándonos de las veces que escapamos de la casa de alguien, tratando de sacar algo de comida de sus refrigeradores, o de alguna ocasión en las que nos hayamos envuelto en una pelea callejera. En fin, muchas anécdotas que ocurren, y otras que vale la pena contar otra vez.
Para cuando llegamos al local, dejamos de escondernos. Por suerte nuestros rostros no eran los más conocidos, no aún. Nos pusimos a buscar alguna película que podría ser interesante. Alguna de zombis, de acción, alguna que incluya explosiones. Claro, Ampere quería otra cosa, era chica.
- ¿Por qué no quieres ver "Destructoide II"? Es divertida.
- Por eso vine. – Me respondió – Ya me tiene aburrida que veamos sólo disparos y sangre y mujeres voluptuosas. Veamos una comedia…
Nos pusimos a discutir sobre lo importante que es la acción con chicas voluptuosas contra comedias románticas, pero no pudimos seguir esa discusión porque alguien se percataría de lo que no nos convenía.
Quizá nosotros no somos los rostros más conocidos del mundo, pero estamos bastante bien memorizados por un par de sujetos.
Ese tipo me vio por unos segundos, y yo hice lo mismo. Justo cuando él abrió la boca para gritar "¡Son ellos!", tomé a Ampere de la mano y desaparecimos. Salimos corriendo a todo dar, no tuve que darle explicaciones a ella por esa acción tan abrupta. Sin embargo, el que nos reconoció, al parecer, podía vernos a pesar de mi poder. Me fregó.
Hay algunos que ven de formas distintas. Algunos tienen visión periférica, como las iguanas, otros pueden ver tan lejos como un halcón… Y otros tienen visión térmica, como el tipo que nos vio. Y de eso no podía escapar, a menos que me metiera en las alcantarillas. Perder a una persona no es tan difícil, pero daba la coincidencia que él iba con sus amigos, buscando una película para ver. Los "Haz de Luz".
Este grupo consta de cinco integrantes, cada cual más majadero que el anterior. No los conozco a todos, pero recuerdo unas referencias de dos de ellos.
El líder se hace llamar "Fahrenheit". De alguna manera logra calentar cualquier parte de su cuerpo a temperaturas exorbitantes. No lanza llamas, al menos que tenga algún aparato que lance algo inflamable. Ahí es cuando es más peligroso que de costumbre.
La otra persona que recuerdo es la noviecilla de Fahrenheit, que se le conoce por "Alabarda". No sé mucho de ella, sólo que puede cortar o atravesar cosas con sus manos.
El resto del grupo, no tengo idea. Ellos son forasteros, de una ciudad bastante alejada de Paradiso, así que mucho no se oye hablar de ellos, exceptuando los momentos en los que hacen cosas buenas y aparecen en las noticias.
En fin, corrimos. Eso es lo que importa. Que corrimos hasta que nos reventaron las ampollas que teníamos, y que se nos hicieran otras más. No había caso de perderlos, eran rápidos, y sin la ayuda de los otros, estábamos fritos.
Por alguna razón o circunstancia, terminamos en un callejón sin salida. No sé porqué siempre que alguien escapa, termina en un callejón sin salida. No sé si será para hacer el momento más dramático, qué se yo. Ahí entonces comenzaría la banda sonora con una música de acción, o algo que vaya con el drama de la conciencia pensante del acorralado, algo que vaya con un pensamiento como "Mierda, me van a matar". Yo lo único que hacía al ver una muralla frente a mí y cinco Justicieros queriéndonos hacer papilla, era maldecir con cada improperio que me sabía, una y otra vez.
No nos quedó otra alternativa que ponernos en guardia. Ellos se lanzaron contra nosotros, en una injusta batalla de dos contra cinco. Alabarda y otro chico que no conozco atacaron a Ampere, mientras yo intentaba batallar contra Fahrenheit, el tipo que me reconoció y otro que parecía poder estirarse o algo así.
Voy a dar el cuento corto. Me quebraron una pierna, quedé con quemaduras de segundo grado en el brazo derecho y dos costillas rotas, además de varias contusiones y heridas sangrantes en mi rostro. No puedo decir que me han dejado peor, pero he tenido heridas casi del mismo talante. Ampere logró zafarse y llevarme a otro lugar, en las alcantarillas. Escapamos de esos malditos por los pelos, al parecer. Me quedé soportando el nauseabundo olor de los ductos, al no poder caminar. Ampere fue a buscar a Mens y Puñoyunque para sacarme de ahí. Y yo, lo único que pude hacer, fue llorar. Me sentí inútil. Débil. A veces yo discutía con el resto por qué siempre terminaba siendo yo el carne de cañón, o el último de línea. En casos como estos, es en los que me doy cuenta del porqué. Soy torpe, no lucho bien, tampoco soy muy ágil. Ni siquiera soy inteligente, como para compensar el hecho de mi falta de capacidad física. Lo único que me ha mantenido vivo es que puedo esconderme de la vista de la mayoría. Y aún así, no pude evitar que me dejaran como un trapo.
Al final el dolor y las lágrimas terminaron por dejarme inconsciente. Desperté en uno de los colchones de la casa de Harley, con la pierna entablillada de forma muy rústica y vendado por varios lados. Estaba solo cuando desperté. Me sentía adolorido, aunque no agonizante. Peor es nada.
En un momento apareció Ampere, ahí en la puerta. Se acercó a mí y se sentó a mi lado. Yo emití un quejido porque el colchón se hundió y mi pierna entablillada perdió soporte, pero fue todo.
- Al menos saliste vivo. – Me dijo ella, que sacó de sus bolsillos un ungüento raro.
- ¿Tú estás bien?
- No te preocupes por mí. Tú quedaste peor que la moto de Harley. Ahora aguanta la respiración, hay que ver tu quemadura.
Aguanté, mientras ella echaba esa cosa pastosa encima de mi brazo. Me dolía, pero bueno, si no duele, no sirve. Eso dicen por ahí.
- ¿Qué pasó con ellos? – Pregunté, cuando el dolor se hizo más soportable.
- Se fueron esta mañana de Paradiso. – Me respondió – Le llamaron por allá al sur de Féretros, que está infestado de delincuencia. Paradiso está a salvo del Haz de Luz.
Me pareció raro eso de "Esta mañana".
- ¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?
- Como dos días.
- Mierda.
Ella rió. Yo hubiese sonreído de vuelta si no me hubiese dolido la cara.
- Apenas te recuperes volveremos a la Calle Victoria. Mens decidió que era mejor esperar a que te recuperaras a que te llevemos así de maltrecho.
He de decir que pensé que dejarían mi estado de salud en segundo plano, con tal de volver. Me alegra que hayan pensado en mí para algo más que para ayudarles a esconderse. Sin embargo, me causaba una duda que no estuviera Mens y el colorado.
- ¿Dónde están los otros?
- En Calle Victoria.
No me sorprendió mucho. Cuando se referían a esperar, se referían a que yo esperara.
- ¿Te parece si vemos una película? – Me propuso Ampere.
- ¿Trajiste "Destructoide II"? – Pregunté yo con cierta emoción.
- No, traje una comedia romántica. – Me respondió ella, sonriente y mostrándome la caja de la película "Amor Enjaulado".
Maldije para mis adentros, pero mis opciones era morir o ver la película. Elegí el mal menor.
Ampere puso la película, se echó a mi lado, y presionó el botón "Reproducir" del control remoto. La película era bastante dramática, me recordaba a las telenovelas.
Al final de la película, lloré como una nena.
Los Chicos Malos en su última aventura pequeña. Desde ahora empezaré a hacer algo más largo.

El nombre es muy telenovelesco.

Traté de cubrir un poco el aspecto de "amistad" entre dos personajes, Ampere y Nadie. Si bien todos están en el mismo grupo, éste tiene dos parejas que son más unidas entre sí que con el resto. Ampere y Nadie son más cercanos en cuanto a personalidad, además de que llevan bastante tiempo. En cambio, si bien Mens y Puñoyunque no son muy afines en cuanto a personalidad, se complementan bastante bien, siendo uno el cerebro y el otro el músculo.

"Haz de Luz" es prácticamente circunstancial. A pesar de ser un grupo de Justicieros descrito como muy competentes, no creo que los vaya a usar posteriormente. Recordemos que aquí no estamos preocupados de los héroes, estamos viendo la perspectiva de los villanos. Además no me sirven de némesis para el grupo de Los Chicos Malos. Son muy globales.
© 2010 - 2024 el-guishe
Comments6
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CheetaHamSloth's avatar
Me gusta, aunque más que nada por el título, pero no alcanzo a entender del todo la historia, hay otros hilos para concoer a los personajes, ¿verdad? xD

Soy poco de leer por aquí en dA e_e